Los vecinos de Molló III están cansados de reclamar al Ayuntamiento de Gandia que solucione los problemas de una urbanización que sigue inacabada porque nadie supervisó las obras adecuadamente desde el principio. Ahora, tras una sequía extrema y a las puertas del verano, advierten del peligro para las personas y bienes y de la responsabilidad que puede recaer sobre quienes lo permitan.
El presidente de la asociación de Vecinos Mollo III, Jorge Raúl Pérez Lorenzo, ha solicitado por escrito, una vez más, que el Ayuntamiento de Gandia proceda a desbrozar, podar, talar árboles y retirar residuos de las parcelas de la urbanización, así como limpiar pequeños barrancos y desagües que atraviesan la zona y conectan las áreas forestales con las viviendas.
Los vecinos preocupados señalan que esta petición se realiza para prevenir un posible incendio forestal, dado el episodio de sequía extrema que se vive actualmente. Además, advierten que la urbanización carece de infraestructuras de prevención de incendios.
Recuerdan al ayuntamiento que, aunque algunas parcelas no sean de titularidad municipal, la administración está obligada por ley a exigir su mantenimiento o a ejecutarlo y pasar el cobro a los dueños.
Los vecinos de Molló III ya no saben a quién recurrir. La mala finalización de las obras ha impedido, al parecer, la recepción total de la urbanización. Añaden que, en caso de haberse recepcionado, el responsable de asumir los costes de las medidas de autoprotección sería el propio ayuntamiento, lo cual hubiera evitado la situación de riesgo para personas y bienes que viven actualmente.
Según indican a COPE Gandia, estamos ante la paradoja de que la incorrecta realización de las obras, cuya supervisión corresponde al ayuntamiento, hace que este no tenga que asumir los costes de protección contra incendios. En caso de que ocurriera cualquier daño a personas o bienes derivados de un incendio forestal, podría derivar en responsabilidades para el ayuntamiento.
También han solicitado la instalación de reductores de velocidad entre el kilómetro 1 y el 3 de la carretera CV-675 (Gandia-Barx), ya que consideran peligroso ese tramo donde se producen numerosos accidentes de tráfico al año, algunos de ellos mortales, y piden al consistorio que reclame estos reductores a la Diputación de Valencia.
Por último, los vecinos demandan la retirada de vertidos de construcción realizados en la parcela 13 de la calle Salvia, en el polígono 18 del catastro de rústica. Han solicitado su completa retirada y el restablecimiento del paraje a su estado anterior, debido a la concentración de polvo y suciedad que provoca en las viviendas de alrededor.
