La capital de la Safor ha entrado en ese reparto de inmigrantes por sorpresa que el Gobierno de España ha hecho sin contar con las Comunidades Autónomas y que ha provocado alarma y rechazo en diversos puntos. Fueron los ciudadanos quienes avisaron de la presencia de la existencia de grupos de personas en hoteles, procedentes de pateras. La reacción por increible que parezca es de preocupación dado que existen deambulando por las calles de la playa y de Gandia 200 personas, que nadie sabe quiénes son; cómo se llaman; dónde viven; o sus registros dactilares como cualquier ciudadano del Reino de España o la Unión Europea. Respecto a esto, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana ha hablado de un contingente de 350 inmigrantes acogidos a ese plan de reparto en la Comunitat Valenciana no desvelando los municipios de acogida para acabar ”con los discursos del odio”. Por su parte, el ministro de Inclusión, José Luís Escrivá, ha reconocido que en cuanto a la falta de comunicación sobre los traslados, el ministro asegura que “siempre” se informa a las autoridades locales y autonómicas una vez el emplazamiento está “perfectamente identificado y van a llegar allí”. Actualmente, las ONG trabajan de forma coordinada con Migraciones. Estas buscan plazas disponibles y las ponen a disposición del ministerio que, a su vez, ha anunciado, está buscando alojamientos adicionales.