La primera teniente de Alcaldía y concejala de Patrimonio, Alícia Izquierdo, acompañada del edil de Urbanismo, Vicent Mascarell, y del arqueólogo municipal, Joan Negre, han comprobado esta mañana el resultado de las obras de consolidación, ya recepcionadas , de la alquería de la Torre de los Padres.
El proyecto está valorado en 750.000 euros, financiado al 75 por ciento por el 1,5% Cultural del Gobierno central y demás aportación municipal. Se han arreglado todos los techos, forjados de la casa y se han eliminado todos los elementos impropios. Ahora la Torre de los Padres ha vuelto a su estado original del siglo XVII: «Siempre decimos que es el BIC más desconocido para Gandia, porque presentaba un estado arquitectónico que impedía la visita por razones de seguridad. Hoy ya podemos anunciar que, una vez finalizada esta primera fase de las obras, podrá abrirse a la ciudadanía con un ciclo de visitas organizadas a partir de la primavera», ha indicado la responsable de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de Gandia.
En este sentido, Mascarell ha insistido en que la mejor manera de proteger el patrimonio de una ciudad es abrirlo a la sociedad para que lo conozca y le valore: «Hay que recordar que, cuando accedimos al gobierno en 2015, nos encontró edificio en peligro grave y ha sido desde entonces una prioridad; todas las legislaturas se han invertido recursos públicos en la medida de nuestras posibilidades económicas para mantenerlo. Hoy damos un paso más, no va a ser suficiente y el compromiso es más que evidente, vamos a buscar más recursos de otras administraciones para finalizar la restauración».
Por último, Izquierdo ha recordado que la emblemática torre ya se restauró anteriormente gracias a una subvención de la Diputación de Valencia y ahora restaría la parte más estética del edificio; la restauración de la fachada, la reparación de puertas y ventanas u otros elementos interiores. Paralelamente, se está trabajando en la adecuación del entorno: «Podemos decir que estructuralmente está terminado y protegido del deterioro por las inclemencias del tiempo, el acceso de animales, etc… Después de casi tres años de actuaciones podemos decir también que cierra el círculo de arquitectura Borgiana, por su vínculo con los Jesuitas, el Palacio y la Escola Pia (la antigua Universidad)…». Por lo que respecta a los usos finales, el edificio y su entorno abren muchas posibilidades, desde el punto de vista cultural, de espacio que podrá acoger eventos de muchos tipos, también ligados a la historia de nuestra agricultura y patrimonio.