La Parroquia de San José en el Raval ha culminado su proceso de construcción

Tras numerosos años de dedicación por parte de los párrocos y la comunidad de fieles, Don Priscilio Ruiz ha presentado con satisfacción las obras de finalización de la Iglesia, destacando especialmente el imponente retablo.

Este nuevo retablo, que ahora preside la parroquia, se erige a una altura de 15 metros y está compuesto por 23 cuadros. Desde la parte superior, la primera escena representa la Santísima Trinidad, seguida en la parte inferior por la imagen de la Sagrada Familia.

En esta representación, San José desempeña el papel de padre, guiando a Jesús de la mano y inclinándose amorosamente sobre él. Mientras tanto, María los acompaña, bendiciendo al niño como “colaboradora de la salvación al haber engendrado a su Hijo”.

Las restantes escenas abordan los misterios del Rosario, con una transición en la tonalidad de los misterios dolorosos, cambiando de un fondo rojo a uno más oscuro, culminando todos ellos en la Resurrección. Se han incorporado elementos adicionales, como la inclusión de un borrico en la escena de la crucifixión, a solicitud del párroco Priscilio Ruíz Picazo, así como la presencia de calabazas en la Última Cena, como homenaje a las buñoleras de la parroquia. En el centro de este majestuoso retablo se encuentra un Cristo crucificado, mientras que debajo de él se representa a San José, quien en otra imagen ordena al Ángel Custodio velar por la seguridad de la Parroquia de San José.

La característica más destacada de la recién inaugurada iglesia de San José indudablemente es su retablo, y así compartia el proceso. Son un total de 23 pinturas que ha creado en un lapso de casi seis meses, demostrando un notable esfuerzo y dedicación. El resultado final es magnífico y repleto de sorpresas que nos contaba su pintor, José Manuel Pozo.

Tambien pudimos hablar con Rafael Hueso, arquitecto de las obras. Inicialmente concebida como una tarea breve, la empresa se complicó debido al deterioro significativo del edificio y su campanario. La intervención se transformó en una rehabilitación completa, tanto a nivel interno como externo. Ahora que ha concluido, resulta realmente valioso explorar en detalle la obra realizada de la mano de su principal responsable.

Además, el pasado domingo 14 de enero, el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, llevó a cabo la dedicación del templo y la consagración del altar en la parroquia de San José de Gandia. Este acontecimiento marca el culmen de un proceso de rehabilitación que se inició hace más de dos décadas y ha transformado la iglesia en el epicentro religioso, patrimonial y cultural del barrio Raval en la ciudad ducal.

Desde la parroquia destacan que, al conmemorar la memoria de san Juan de Ribera, arzobispo de Valencia en el siglo XVI, quien erigió la Parroquia para atender al Arrabal y a los moriscos de Gandia, en pleno siglo XXI, es el actual arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, quien ha llevado a cabo la solemne consagración.

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