La unidad de Homicidios ha interrogado a un vecino de la misma calle donde vivía Rosa Carmen y a un amigo suyo como los principales sospechosos del crimen. Sin embargo, sus testimonios están llenos de contradicciones y discrepancias. La víctima fue atacada mientras cenaba en su casa, recibiendo múltiples puñaladas, una de las cuales fue fatal al alcanzar directamente su corazón.
Durante el día de ayer se especuló mucho sobre la posible detención de los responsables del asesinato de Rosa Carmen, la profesora de Bellreguard. Los investigadores de Homicidios, desde la tarde del domingo, inspeccionaron minuciosamente la vivienda de uno de los dos sospechosos, sospechando que no se trataba de un robo, a pesar de que la cartera de la víctima fue encontrada en un barranco en las afueras de Rafelcofer.
En el domicilio de la profesora no se observaron signos de saqueo: cajones y armarios estaban intactos, y no faltaban joyas ni dinero. Los investigadores comenzaron a reconstruir las últimas horas de vida de Rosa Carmen y pronto identificaron a dos hombres, uno de ellos vecino de la víctima y el otro su amigo, residente en La Font d’en Carròs. Ambos estuvieron cerca del lugar del crimen el día de los hechos y tenían antecedentes penales por consumo de drogas.
Con el paso del tiempo, las piezas del rompecabezas fueron encajando y los investigadores de Homicidios lograron obtener una confesión de uno de los sospechosos, quien implicó al otro al afirmar que “él me dijo que tenía ganas de matar”. Los indicios apuntan a que uno o ambos estuvieron involucrados en el asesinato de la profesora jubilada. Se enviaron muestras de sangre al Laboratorio de Criminalística para su análisis, tanto en prendas de vestir como en muestras recogidas en la vivienda de uno de los sospechosos, ubicada a pocos metros de la de la víctima.
Rosa Carmen estaba cenando y vestida con su bata habitual cuando alguien llamó a la puerta. Al abrir, su agresor o agresores la atacaron a puñaladas, sin darle oportunidad de defenderse. La autopsia preliminar reveló al menos una veintena de heridas, una de las cuales fue mortal y afectó directamente a su corazón.
Los dos sospechosos fueron interrogados por separado, y ambos proporcionaron versiones contradictorias, lo que sugiere que están al tanto de detalles significativos del crimen. Los investigadores esperan obtener la última pieza del rompecabezas, respaldada por pruebas sólidas, que confirmará la participación de uno, ambos o ninguno de los dos. Mientras tanto, ambos están bajo vigilancia mientras se esperan los resultados de los análisis de laboratorio.