La nueva legislatura del gobierno municipal ha comenzado con una polémica decisión que podría transformar el centro de la ciudad, pero no sin generar críticas por el abandono percibido de las zonas periféricas. El Ayuntamiento ha anunciado una inversión de 1,7 millones de euros para peatonalizar el centro histórico, prohibiendo la circulación de vehículos desde la calle de las Clarisas hasta el Paseo Germanías.
Este proyecto, según sus defensores, embellecerá significativamente la zona, pero ha sido criticado por ignorar las necesidades de la periferia de Gandía. Guillermo Barber afirma que se está generando una desigualdad entre barrios de primera y segunda categoría, un problema que considera contrario a los principios de progresismo e igualdad que el gobierno dice defender.
El proyecto está programado para durar aproximadamente nueve meses, un período que muchos comerciantes locales temen que perjudicará gravemente sus negocios. “Ya vimos esto con la obra alrededor de la iglesia de San Nicolás, que duró mucho más de lo prometido y afectó negativamente al comercio de la zona“.
Además, la nueva peatonalización ha sido vista como un reflejo del favoritismo hacia las áreas donde residen los propios concejales y el alcalde, quienes viven en el centro de la ciudad. Esto ha generado críticas de que las decisiones de infraestructura se toman en beneficio propio, desatendiendo las necesidades de los barrios más degradados.
El partido socialista y Compromís, actualmente en el poder, han sido acusados de “destruir la libertad de movimiento” y de crear políticas que benefician a unos pocos a expensas de la mayoría. La oposición sostiene que, mientras el centro se embellece, otras zonas de Gandía quedan desatendidas y carecen de los recursos necesarios para desarrollarse equitativamente. Además, Jose Manuel Millet sostiene que utilizar el termino “humanizar” es burlarse de todos los ciudadanos.
Otra área de preocupación ha sido el aumento del 20% en las tasas de la Universidad Popular de Gandía, una institución clave para la educación de adultos y personas mayores. Esta subida se produce en un contexto de elevados impuestos locales, situando a Gandía entre las ciudades con las tasas fiscales más altas de España. La oposición ha denunciado que, mientras se recortan servicios esenciales y se aumentan precios, se destinan fondos a proyectos que no benefician equitativamente a toda la ciudad.
Futuro Político y Social
La situación ha provocado un clima de creciente tensión en Gandía. Se esperan manifestaciones y protestas por parte de los residentes y grupos sociales afectados. La oposición, encabezada por el Partido Popular y Vox, ha prometido revertir estas decisiones y garantizar una distribución más equitativa de los recursos municipales si llegan al poder en las próximas elecciones.