Anoche, un desatado Maluma puso el broche final con un concierto magnético ante 35,000 personas
En solo tres ediciones, el macroevento de Cullera (Valencia) ha conquistado a la Generación Z (16-25 años) con un recinto idílico y visualmente impresionante, ofreciendo una experiencia hedonista y libre de violencia sexual.
Zevra Festival cerró esta madrugada su tercera edición, dejando un excelente sabor de boca entre organizadores, público e instituciones. En solo tres años (2022, 2023 y 2024), el macroevento en la Playa de Cullera ha ascendido a la élite de los festivales en España, posicionándose como una cita musical imperdible del verano. El festival, celebrado durante tres días (viernes, sábado y domingo), atrajo a 155,000 asistentes, superando ligeramente las expectativas.
Según la dirección del festival, más allá de la cifra de asistentes, destacan la alta calificación en organización, seguridad, calidad artística y ambiente festivo. Durante tres días, el extenso recinto de 300,000 metros cuadrados se transformó en un paraíso de música, baile, ocio, gastronomía y cultura para miles de jóvenes. El personal del festival y la Guardia Civil trabajaron intensamente para prevenir agresiones machistas, aplicando una estricta política de tolerancia cero para garantizar un espacio libre de violencia sexual.
Anoche, Maluma cerró el festival con un espectáculo vibrante ante 35,000 personas. La superestrella colombiana ofreció un show electrizante sobre el escenario principal, acompañado de bailarinas, una orquesta y un impresionante despliegue de luces y efectos audiovisuales. El público cantó éxitos como ‘Hawái’, ‘Borro cassette’ y ‘Según Quién’.
Otras actuaciones destacadas incluyeron a Saiko, Nicki Nicole, Nil Moliner, JC Reyes y Recycled J. Los electrizantes shows de Manuel Turizo y Dei V el viernes, y La Oreja de Van Gogh, Rels B y Myke Towers el sábado, también quedaron en la memoria de los asistentes.
Ola de calor: desafío superado
Las altas temperaturas del fin de semana representaron un desafío, pero no impidieron la diversión. Zevra combatió el calor con 350 puntos de agua corriente fresca, agua potable gratuita las 24 horas y botellas de bebidas isotónicas. La zona de acampada ofrecía 50,000 metros cuadrados de sombra con parasoles de rafia, y en el recinto de conciertos, dos de los escenarios estaban techados, mientras que el Beach Club contaba con tres piscinas para refrescarse.
Hoy, lunes 22 de julio, los últimos campistas abandonarán la zona de acampada, que será limpiada en un plazo máximo de 24 horas.
Impacto económico de 28 millones
Zevra ha impactado profundamente en la Generación Z (jóvenes de entre 16 y 25 años) con un concepto festivalero de vanguardia. El recinto, considerado uno de los más bonitos de España, está adornado con césped artificial, palmeras, esculturas monumentales y puntos para selfies. Ofrece una experiencia hedonista con una treintena de puntos de restauración gourmet, tatuadores, peluqueros, estudios de maquillaje y stands con experiencias de marca.
Para la ciudad de Cullera, Zevra ha sido un potente revulsivo para el sector turístico, hostelero y comercial. Las calles y terrazas fueron invadidas por miles de jóvenes de toda España, especialmente de regiones vecinas como Cataluña, Aragón, Castilla-La Mancha y Murcia, pero también de Andalucía, Asturias y el País Vasco. Según cálculos de la organización y técnicos del Ayuntamiento de Cullera, esta tercera edición del festival generó un impacto económico de 28 millones de euros en la economía local y el tejido empresarial de la comarca de la Ribera Alta valenciana.