Desolación y Realismo en Gandía: El Club al Borde del Abismo

El ambiente en el plató del tertulión deportivo del martes no podía ser más sombrío. Los ánimos entre los tertulianos reflejan una cruda realidad: el CF Gandía está virtualmente descendido. “Esto ya no es un velatorio, es una misa de réquiem”, sentenció el periodista Paco Cardona, en lo que fue la frase que marcó el tono del debate.

Los tertulianos, entre ellos Guillermo Pérez y Joan Sigalat junto al jefe de deportes Santi Roca no se anduvieron con rodeos al analizar la situación del equipo. Todos coinciden en que el descenso es cuestión de tiempo, y que el club ha llegado a este punto por un encadenamiento de errores que van desde una mala planificación deportiva hasta una preocupante desconexión emocional entre plantilla, cuerpo técnico y afición.

El diagnóstico es claro y compartido: mala planificación, malos fichajes y una gestión ineficaz. Cardona no dudó en señalar a Gabriel Carrión, director deportivo, como uno de los máximos responsables. “Se ha equivocado, y no ha rectificado a tiempo. Ha seguido en sus trece prometiendo al entrenador que no lo iba a tirar, y al final, el club se va al hoyo”, afirmó.

Diego Miñana, el entrenador, también está en el foco. Se le acusa de no haber sabido sacar el rendimiento esperado a un equipo que, según todos los analistas, tiene ahora mejores jugadores que hace cinco meses. “Tiene mejores futbolistas, pero no hay equipo, no hay piña, no hay dirección”, subrayarón.

La sensación de pasotismo dentro del vestuario también fue tema central. “Si tú me dejas ser pasota, la culpa no es mía, es tuya”, apuntó Paco, evidenciando la falta de autoridad y liderazgo del cuerpo técnico.

La afición ha dado la espalda. En el último partido, con el marcador 2-0 en contra, la grada se vació antes del descanso. “La afición ha dimitido”, sentencio Joan Sigalat. Solo una decena de personas se quedaron para ver el partido femenino posterior, dejando una imagen desoladora del estadio.

Se evocó el último descenso del Gandía a Primera Regional, ocurrido en 2014, y muchos temen que la historia se repita. A pesar de que la situación institucional actual es diferente (con pagos al día y cierta estabilidad), el problema es deportivo y de identidad.

La situación es crítica. El CF Gandía está tocado y, según muchos, hundido. Solo queda esperar el desenlace y comenzar desde ya a construir un proyecto serio y responsable que devuelva la ilusión a una afición herida y a un club con historia que no merece desaparecer en el olvido.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *