Un hombre de 83 años ha fallecido esta mañana en la Playa de Gandia, presuntamente a consecuencia de un infarto mientras se encontraba en el agua. El suceso ha tenido lugar poco antes de las 10:00 horas, momento en el que todavía no estaba operativo el servicio de vigilancia y socorrismo.
Según fuentes próximas al caso, el aviso fue recibido a primera hora de la mañana, alertando de la presencia de un bañista en apuros. Sin embargo, pese a la rápida movilización de los servicios de emergencia, solo se pudo confirmar el fallecimiento del varón.
Todo apunta a que el hombre sufrió una parada cardíaca mientras nadaba. Se trata de una circunstancia tristemente habitual durante el verano, especialmente entre personas mayores o con patologías previas, que acceden al agua para refrescarse y sufren este tipo de episodios, muchas veces confundidos inicialmente con ahogamientos.
La ausencia de socorristas a esa hora —ya que el servicio todavía no había comenzado— pudo haber dificultado tanto la rapidez de la intervención como las maniobras de reanimación.
Se recuerda a la ciudadanía la importancia de extremar la precaución, especialmente entre personas vulnerables, y respetar los horarios de vigilancia activa en las playas para minimizar situaciones de riesgo.