La Diputación de Valencia presentó el pasado viernes en Xeraco el proyecto para transformar el actual camino pecuario que une Tavernes de la Valldigna y Xeraco en una nueva carretera adaptada a los estándares de seguridad vial y apta para todo tipo de vehículos. Esta actuación respondió a una demanda histórica de los vecinos de la comarca de la Safor, que desde 1990 reclamaban una solución al tramo que interrumpe la conexión entre Cullera y Gandia.
El proyecto, denominado ‘Camino de Tavernes a Xeraco’ (Az-376 A), fue presentado en un acto que contó con la participación del presidente de la Diputación, Vicent Mompó; la vicepresidenta segunda y diputada de Carreteras, Reme Mazzolari; y el diputado provincial y alcalde de Xeraco, Avelino Mascarell. Durante el evento, los técnicos del área de Carreteras explicaron los detalles de la actuación, destacando su importancia para la seguridad vial en un tramo que registra una media diaria de más de 1.800 vehículos, muchos de ellos procedentes de las playas de Cullera y Tavernes en dirección al Grau de Gandia.
“Con este proyecto tan importante, la Diputación dio respuesta a una reivindicación histórica de los vecinos de la Safor”, destacó Mompó, quien subrayó que la institución provincial “siguió trabajando para hacer realidad los proyectos de los 266 municipios y las 3 entidades locales menores de la provincia”.
Por su parte, Reme Mazzolari aseguró que se trabajaba mano a mano con la Conselleria para que el tramo pudiera ser catalogado como carretera, lo que permitiría ejecutar una actuación más ambiciosa y adaptada a las necesidades reales del tráfico.
El alcalde de Xeraco, Avelino Mascarell, afirmó que el proyecto suponía “un paso fundamental en seguridad, accesibilidad y promoción turística”. “Es una conexión que siempre hemos reclamado y por fin vimos que será una realidad”, añadió.
Una vía adaptada a la realidad del tráfico actual
El tramo afectado, de 4,4 kilómetros, conecta la carretera CV-603, en el término de Tavernes, con la CV-605 en Xeraco. Hasta ahora, los vehículos que hacían ese recorrido debían transitar por una vía pecuaria sin arcenes ni condiciones mínimas de seguridad. Tras el deslinde aprobado por la Generalitat, que convirtió este camino en dominio público viario, la Diputación pudo poner en marcha este proyecto tan esperado.
El diseño contemplaba la ampliación de la calzada, la incorporación de arcenes —hasta ahora inexistentes— y la creación de un carril ciclo-peatonal de 3 metros de ancho en el tramo correspondiente a Xeraco, todo ello con el objetivo de mejorar la seguridad y facilitar la movilidad de todos los usuarios.
En ese momento se iniciaron los trabajos preliminares para analizar las posibles afecciones ambientales, especialmente por las características inundables del terreno, como paso previo a la ejecución de las obras.
Con esta actuación, la Diputación mostró su compromiso con la mejora de la conectividad y seguridad vial en la comarca, cumpliendo con una reivindicación histórica de los municipios de la Safor.