La Diputación de Valencia ha defendido en Bruselas la necesidad de que las diputaciones provinciales puedan gestionar directamente los fondos europeos destinados a los municipios afectados por la DANA. Las vicepresidentas Natàlia Enguix y Reme Mazzolari participaron en la Semana Europea de las Regiones y Ciudades 2025 junto al diputado de Fondos Europeos y alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, y el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez.
Durante su intervención, Enguix y Mazzolari insistieron en la propuesta de que las diputaciones, como gobiernos intermedios, sean receptoras directas de los Fondos de Cohesión de la Unión Europea, sin necesidad de intermediación del Gobierno estatal. La reivindicación ya fue trasladada previamente a la presidenta del Comité de las Regiones, Kata Tutto.
Las representantes provinciales recordaron el papel activo de la Diputación de Valencia en la respuesta a la catástrofe, desde la atención inmediata a los municipios hasta la actual fase de reconstrucción. Enguix subrayó que la institución “ha acompañado en todo momento a los ayuntamientos y a las víctimas”, y destacó la importancia de “agilizar la tramitación de las ayudas para invertir los recursos europeos donde más se necesitan”.
Resiliencia local frente a las catástrofes
En Bruselas, los responsables valencianos participaron en la ponencia “Resiliencia local y gobiernos intermedios frente a las catástrofes”, donde se presentaron los casos de Alfafar y Ontinyent como ejemplos de gestión ante situaciones extremas.
El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, explicó la transformación del antiguo barrio de la Cantereria en el parque inundable de Les Mamàs Belgues, “una actuación que elimina el riesgo para las personas y convierte una zona vulnerable en un espacio de disfrute ciudadano”. “Las desgracias pueden suceder, pero la clave está en convertir las crisis en oportunidades”, apuntó Rodríguez.
El cambio climático, un desafío real
La vicepresidenta segunda de la Diputación y responsable de Infraestructuras, Reme Mazzolari, advirtió que las danas “ya no son fenómenos excepcionales, sino una consecuencia directa del cambio climático”. Destacó además la importancia de la colaboración público-privada y de la inversión en resiliencia.
Por su parte, Natàlia Enguix recordó la reubicación de 45 familias en Ontinyent para evitar riesgos y abogó por mantener viva la atención a las víctimas de la DANA de 2024. “Las administraciones no deben olvidarse de los afectados. Es necesaria justicia para las víctimas, respuestas para los familiares y recursos para quienes aún sufren las consecuencias de la riada”, señaló.
Enguix también reivindicó el papel de las diputaciones y los ayuntamientos “por su proximidad y capacidad de gestión frente a desastres como la DANA de Ontinyent de 2019 o la del pasado año, que afectó a más de un centenar de municipios valencianos”.
“Una Europa que mire al territorio”
Mazzolari repasó las devastadoras cifras de la DANA, que afectó a más de 306.000 personas y causó 229 víctimas mortales, además de cuantiosos daños materiales valorados entre 17.800 y 18.000 millones de euros. “Fue un impacto transversal, desde las infraestructuras hasta el empleo, con más de 275.000 trabajadores y 64.000 empresas afectadas”, explicó.
La vicepresidenta destacó la rápida reacción de la Diputación, que movilizó 200 millones de euros para limpieza, asistencia técnica, reparación de carreteras y apoyo a los municipios. La institución también facilitó la coordinación con administraciones superiores, lo que permitió rehabilitar 1.500 kilómetros de carreteras y destinar 1.000 millones de euros en ayudas al sector agrícola y empresarial.
“Los fondos europeos han sido esenciales para iniciar la reconstrucción. Pedimos que Europa reconozca el papel de los gobiernos intermedios y confíe en las administraciones locales y provinciales, que son las que están más cerca de la ciudadanía”, afirmó Mazzolari.

Alfafar, zona cero de la DANA
El diputado de Fondos Europeos y alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, relató la experiencia de su municipio, epicentro de la catástrofe. Destacó la rápida respuesta municipal para habilitar puntos de asistencia, reforzar la atención domiciliaria y realizar las primeras labores de limpieza.
Adsuara lamentó los retrasos en la llegada de las ayudas y reclamó menos burocracia: “Tenemos 36 millones de euros bloqueados. La burocracia no puede ser una barrera para quienes han perdido tanto”. También incidió en la necesidad de atender la salud mental de los afectados y de preparar a la población ante futuras emergencias.
Ontinyent, ejemplo de adaptación
El alcalde Jorge Rodríguez expuso en Bruselas el proyecto de regeneración del barrio de la Cantereria, convertido en un parque inundable gracias a una inversión cercana a los cinco millones de euros. “Fue una decisión difícil, pero necesaria. Hemos demostrado que se pueden tomar medidas valientes para salvar vidas”, concluyó.