Llegó de su Cuba natal hará una década o un poco más y su viva era la calle. Tanto es así que estaba acostumbrado a pernoctar entre cartones y mantas cedidas con algún roto o descosido. Un pequeño colchón ya era un lujo, y esta pasada madrugada, a pesar de que las temperaturas han sido ”cálidas” para la época del año, ha fallecido mientras conciliaba el sueño en su particular y público ”dormitorio”.
Cuando el alba había despuntado y con los primeros rayos de sol es cuando quienes comparten ”habitación a la calle” y algunos de los vecinos del barrio que lo conocían se han percatado de que no respondía ni se movía y llevaba mucho rato en la misma posición. Pedro Pablo a esa hora ya estaría danzando por su oscura realidad. Al llegar la Policía Nacional y personal sanitario han confirmado el fallecimiento. Una muerte que todo apunta a causas naturales, dado que no consta que sufriera alguna enfermedad que pudiera acabar con su vida.
El fallecido era asiduo a los servicios parroquiales de Cáritas Gandia. De hecho, desde la entidad católica han señalado que el propio Pedro Pablo había sido voluntario de la entidad durante un tiempo. Desde Cáritas Gandia han lamentado el fallecimiento de esta persona, indigente y voluntario a la vez, que viene -por increíble que parezca- a sumar uno más a la lista de fallecidos en las calles de Gandia.