La Asociación Buñoleras sin Fronteras de Gandia ha adquirido el icónico quiosco de ‘L’amorosa’

El emblemático quiosco de l’Amorosa de Gandia, que durante el último siglo y medio ha ocupado, en distintos lugares, el tramo inicial del paseo de les Germanies, no será desmantelado. Su imagen, que también ha sufrido algunos cambios en el tiempo, se ha podido salvar después de que el ayuntamiento, propietario del pequeño recinto, haya conseguido que alguien lo aproveche.

Finalmente la última subasta pública ha concluido con la adjudicación del quiosco de l’Amorosa a la Fundación Next2U, que integra a la Asociación Buñuelos Sin Fronteras y que gestiona el comedor social que, hace años, abrieron en esta ciudad un grupo de personas capitaneadas por el desaparecido jesuita José Puig.

El contrato se prolonga durante los próximos cuatro años, y la entidad solo tendrá que pagar 90 euros al mes al ayuntamiento en concepto de canon.

Virginia Pons, presidenta de la entidad benéfica de Gandia, señala a este periódico que la intención es aprovechar ese emblemático quiosco gandiense para «dar visibilidad a la fundación Next2U» y que desde ahora se pueda convertir en «un punto de encuentro de la sociedad» para poder difundir no solo sus acciones sociales, sino también trasladar la necesidad de ser solidarios con los menos favorecidos. De hecho, y al margen de que el mostrador de la venta de buñuelos se pueda situar junto al quiosco, una de las primeras actividades que se promoverán desde el quiosco es la «Comida del hambre» que tendrá lugar el próximo 23 de marzo, un evento para sensibilizar y recaudar fondos para el comedor social.

«Se trata de un quiosco emblemático de Gandia», señala la presidenta Pons, quien añade que la entidad no tendría inconveniente a que otras asociaciones puedan llevar a cabo allí alguna actividad.

La Fundación Next2U de Gandia no solo quiere mantener su actividad benéfica y solidaria en la ciudad, sino que busca ampliarla. Ahora está metida en un programa para tratar de reincorporar al mercado laboral a personas usuarias del comedor con el fin de que, si es posible, puedan disponer de sus propios ingresos y salgan de la situación de precariedad económica en la que se encuentran.

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